Te dejamos 3 opciones específicas en las que puedes poner a trabajar tu dinero.

  • Crédito hipotecario

El simple hecho de comprar una casa es, por sí mismo, una inversión. Los bienes inmuebles siempre aumentan de valor en el mercado. No importa por cuánto dinero compres una casa, cada año su precio se incrementará y, en caso de emergencia, puedes vender y obtener mucho más de lo que invertiste de inicio.

Además, no es necesario tener el dinero a la mano para comprar una propiedad. Hay muchas opciones de crédito hipotecario que te prestan los recursos para concretar la transacción. Si obtienes un tipo de crédito como el mencionado, será como recibir el dinero necesario para invertir en bienes raíces.

  • Crowdfunding

Existen plataformas de crowdfunding que se encargan de recaudar fondos para financiar proyectos inmobiliarios. En éstas, los usuarios pueden ingresar y aportar un poco de dinero para que los proyectos se lleven a cabo. A cambio, reciben retornos garantizados que surgen de la venta o renta de los bienes financiados.

  • Subarrendar inmuebles

La idea es alquilar una casa (o departamento) para ofrecerla en renta nuevamente al mismo tiempo que firmas el contrato. En este modelo recuperas tu inversión de forma inmediata. Incluso puedes rentar y subarrendar un espacio de forma simultánea, de tal manera que no necesitas ni un peso para iniciar.

Por supuesto, debes llegar a un acuerdo con el primer arrendador. En general, los tratos se manejan de la siguiente forma: el arrendador recibirá el dinero correspondiente a la renta de base (sin hacer mayor esfuerzo) y el subarrendador se quedará con el dinero adicional a cambio de administrar el espacio rentado.