Para saber si nos encontramos ante una buena inversión que nos haga incrementar nuestros
activos, debemos observar si se cumplen, como mínimo, los siguientes criterios:

  • Que el importe de la inversión no sea costoso.
  • Que los gastos de mantenimiento sean conservadores (o si puede ser, nulos).
  • Que el plazo en el que obtengamos beneficios sea lo más corto posible.
  • Que obtengamos un gran beneficio.